El salón del automóvil de Ginebra se abrió este martes con 130 novedades y un clima de optimismo comedido, gracias a la recuperación del mercado europeo tras años de crisis.
Desde primera hora de la mañana, miles de expositores y periodistas se dispersaron por los pasillos de esta gran feria del automóvil, uno de los momentos clave para el sector así como para los amantes de los modelos de lujo.
El público podrá acceder al evento a partir del jueves.
Desde los coches prácticos para el ciudadano medio a los superautos desbordantes de caballos a precios desorbitados, unos 900 vehículos serán presentados en Ginebra por 220 expositores, alentados después de seis años de crisis.
La bajada de los precios del petróleo podría contribuir al alza de las ventas, puesto que favorece la liquidez de las empresas y el poder adquisitivo de los hogares, según Josselin Chabert, experto del sector de la consultora PwC.
Superautos y coches conectados
El salón de Ginebra también mostrará autos de ensueño, como los coupés deportivos Audi R8 y Lotus Evora y los bólidos de McLaren, Aston Martin, Ferrari y Koenigsegg.
Pese a ello, los organizadores dijeron querer incitar a los visitantes a descubrir los autos que emiten menos de 95 gramos de CO2 por km.
El salón, que espera atraer a unos 700.000 visitantes, también será la ocasión de presentar las tecnologías conectadas y autónomas (autos sin chófer), consideradas como el nuevo hito de la industria en la próxima década y por el que también compiten Apple y Google.